divendres, 21 de novembre del 2008

JUSTICIA, MEMORIA Y EL 20-N

20-N 2008: ¿DONDE ESTAN LOS NUESTROS?

¿Puede un país llamarse democrático y mantener a no menos de 150.000 desaparecidos enterrados
en las cunetas?.

La respuesta a esta pregunta es un termómetro democrático en la España de noviembre del 2008, 33 años
después de la muerte del dictador Francisco Franco. La derecha política, mediática, judicial y eclesial
repiten constantemente que la Ley de Amnistía ya solucionó ese problema y que hay que olvidar. Por otro
lado en el PSOE se prefiere que sea "la historia" quien juzgue a la dictadura e incluso pueden permitirse
tener a José Bono jugando con la imagen de Sor María Maravillas en el Congreso de los Diputados y
negando al mismo tiempo una pequeña placa de reconocimiento a dos diputados comunistas ilustres como
Dolores Ibarruri (La Pasionaria) y Rafael Alberti.
Hay que aprender de la experiencia de países como Argentina y Chile, donde a pesar de la existencia de
leyes de punto final que intentaron legislar la impunidad, al final, la justicia se impuso y la memoria venció al
olvido.
En nuestro país es conocido que el poder judicial es uno de los que mas se ha resistido a su adaptación
democrática a los nuevos tiempos, y que incluso la derecha ha realizado una verdadera ofensiva en ese
ámbito para controlarlo y así frenar cualquier veleidad reformadora o con perfil de izquierdas y federalista. Si
a ello se suma el pacto PP-PSOE realizado recientemente donde esas dos fuerzas políticas se reparten las
sillas del gobierno de los jueces, y colmatan la jugada buscando una presidencia del Consejo General del
Poder Judicial y del Tribunal supremo de perfil conservador y católico, podemos afirmar que temas como la
nulidad de los juicios franquistas, o la aceptación de la plurinacionalidad del Estado se convierten en
imposibles.
El PSOE sabe perfectamente que el talante reformador de leyes como la de Memória o las reformas
estatutarias chocaran contra el muro de la intolerancia judicial conservadora, y que los pactos de Estado
entre PP y PSOE sea para la reforma del Poder Judicial o para abordar la violencia en el País Vasco
condenaran la pluralidad democrática y ejercerán de verdadera anestesia para la memoria republicana.
Para las gentes de izquierda de este país los crímenes cometidos por los fascistas durante la Guerra Civil y
el franquismo son delitos contra la humanidad, que no prescriben y que no son amnistiables. Si Pinochet
tuvo que exilarse en Londres y a su país le tuvo que llegar el impulso justiciero desde fuera, ¿tendremos en
España que llegar a la misma situación?, ¿se nos tendrá que decir desde la Corte Penal Internacional u
otros organismos internacionales que esos crímenes no prescriben y que deben ser investigados?. Pero
sobre todo, ¿es que el Gobierno del PSOE no va a hacer nada mas, no va a tomar la iniciativa para devolver
la dignidad a los huesos de los asesinados y a sus familias?. Me parece increíble, decepcionante y cobarde.
No espero nada de dirigentes como Soraya Sáenz de Santamaría, José Bono o Mariano Rajoi, creo que
siempre estuvieron del lado de los vencedores y por tanto disparaban contra las iniciativas en el tema del
Juez Baltasar Garzón. Pero si esperaba más de dirigentes que se llaman de izquierdas.
El futuro está en las asociaciones de la memoria democrática y antifascista. Ellos y ellas, hueso a hueso,
palmo a palmo son lo mejor de nuestra dignidad sin olvido y con justicia. A todos ellos y ellas mi
reconocimiento en esta fecha del 20-N del 2008.
JOAN JOSEP NUET i PUJALS
Senador de Izquierda Unida

1 comentari:

Rafael Vilas ha dit...
L'autor ha eliminat aquest comentari.